viernes, 9 de marzo de 2012

180 días en Pekín




Miércoles, 22 de febrero de 2012


            El viaje a un país como China comienza mucho antes de tomar el avión, cuando buscas en tu biblioteca  los versos de Tu Fu, y Li Po, Los Cuatro Libros de Confucio o El barco de orquídeas, la antología que Kenneth Rexroth editó sobre poetas chinas. Antes de que te de tiempo a abrir El secreto de la flor de oro estás dentro del avión, sobrevolando Siberia, preguntándote cómo será la ciudad de Omsk, justo bajo tus pies, mientras la pantalla te indica que vuelas a casi 1000 kilómetros por hora y que la temperatura exterior es de 67º bajo cero.



Y sigue avanzando la noche. Una noche que comenzó a las dos de la tarde hora española, mientras tú cruzabas Polonia, y que como una premonición sólo terminará cuando llegues a Beijing. La noche y el día, como el yin y el yang: Asturias, despidiéndote con un espectáculo digno del Met de Nueva York, del blanco de las cumbres y las olas del Cantábrico al sol oculto bajo el cielo gris de Pekín. El profesor Wang Lei me estará esperando.



Me reconoce, intuyo quién es y cuando la puerta del aeropuerto se abre ante nosotros me digo: ahora sí que comienza todo, 180 días en Pekín.



1 comentario:

  1. Pues a disfrutarlos! Cómo me gustan esas barcas? Cómo se llaman y dónde están? En un lago?
    Besos!

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