Viernes, 6 de Abril
La Universidad de Pekín (Beidá)
celebra cada año la llegada de la primavera de una forma muy especial, con un
festival, el Festival Poético de Weiming. Acompañados por la música que crean
algunos de sus estudiantes, el Festival se organiza en el paraninfo y es todo
un espectáculo. Los poetas jóvenes más renombrados llegan desde toda China:
desde Shangai a Hong Kong e incluso el mismo Tibet. “Final o comienzo”, título
que abre el festival, reúne a poetas de
la generación de los 70’
y de los 80’ .
A nuestra llegada, los músicos ultimaban
los preparativos del espectáculo y se adivinaba un ambiente festivo. Poco a
poco, las butacas se fueron ocupando hasta que el auditorio quedó completo.
Nunca había visto tal concentración de gente en un acto poético universitario.
Encontrar a alguien en un sitio tan lleno suele ser una ardua labor, pero esta
vez, no nos resultó difícil, nosotros no encontramos a los poetas, pero ellos sí
que nos descubrieron a nosotras: ventajas de ser la única occidental entre una
multitud asiática.
Chen Yonghen, científico, músico, y
poeta, Giao Xiaotao, con su verso tibetano, Zhon Zan y su arte de hacer teatro,
Cheng Yang, Zeng Liand, Wang Donglong, Xiao Shui, desde el mismo Shangai, Ye
Xiaoyang, Luo Zhan, el más joven de todos, Xu Yue con su Don Quijote o Yang
Daguo, que ora nos lee sus versos, ora
toca la guitarra o le da vida a la filarmónica. Poco a poco, todos ellos fueron
subiendo al escenario, alternando sus versos con una presentación de su poética.
El momento más emotivo se produjo cuando
el poeta Hu Xudong rindió un homenaje entrañable a la recién fallecida Ma Yan.
La joven poeta, estudiante como muchos de todos ellos de Beidá, no sólo
participaba en el festival año tras año sino que también era su organizadora.
Este Festival fue un homenaje, un largo epitafio donde se presentó por primera
vez su antología póstuma.
Luo Zhan
Muchos de vosotros os estaréis
preguntando qué hacia yo entre tanto fonema imperceptible salvo que en tres
meses hubiese aprendido chino, algo imposible, o de repente el oído y la mente
se hubiesen abierto a este bello idioma en un milagro babélico. Lógicamente, ni
lo uno, ni lo otro. Tenía la suerte de estar acompañada por una de mis alumnas,
He Ying (Isabel) que iba traduciéndome el contenido más importante. Sin embargo, cuando las palabras sobran,
quedan los gestos, las actitudes, y esa simpatía recíproca que permitió que los
poetas nos invitasen a cenar. Tuvimos la fortuna de sentarnos al lado de Zhu
Zhu y de Sun Lei, e ir poco a poco elaborando la futura antología. La comida fue
llegando y se organizó un auténtico festín. Una de las características del
pueblo chino es que les gusta agasajar a sus invitados, y por eso, suelen pedir
muchos alimentos, y disfrutar de la gran variedad de su gastronomía. Las mesas,
situadas en habitaciones independientes del resto del comedor, tenían todas
forma redonda, y en el centro, un gran círculo de cristal que giraba para que
todos los comensales pudiesen ir degustando cada plato.
Como la bebida principal no fue el
té, sino la cerveza autóctona Tsing Tao,
poco a poco, se fue subiendo de tono, y muchos de ellos, comenzaron a cantar,
se desenfundaron las guitarras, se afilaron las filarmónicas, y se organizó una
auténtica fiesta. Pude sentirme como en casa, y comprobar, una vez más, el gran
parecido existente entre el carácter chino y el español. Y como colofón a la
fiesta, decidieron homenajear a España tocando y cantando una de las melodías
estelares de la noche. Entonces, ya no me quedó más remedio que corresponder a
tanta amabilidad, e intentar corresponder de la mejor forma que sabía. Pidiendo
a uno de los músicos que tocase algo de
flamenco, y al ritmo de palmas, manos que ondulan y taconeo, decir: ¡olé, China!
De izquierda a derecha: Xu Yue, Xiao Shui, He Ying (Isabel), Yang Daguo, Catarina Valdés,
Sun Lei, Zhu Zhu, Wang Donglong, Luo Zhan.
Hola Catarina. Veo que sigues infatigable en tu tarea. Supongo que esta vez lo tienes un poco más crudo. Solo con ver el rosario de monosílabos, - que suenan a trompazo de tropezar con algo,- del nombre de tus compañeros de foto...Pero ya se que podrás con todo. Saludos desde Laviana
ResponderEliminarGracias, Tante. Estos saludos desde Laviana estando tan lejos saben a mucho. Y sobre todo, la grata sorpresa que es recibir noticias de un lavianés (te acerca a casa).
ResponderEliminarUn abrazo,
Catarina